Hola a todas y todos!!! Hemos estado preparando un escaparate navideño para una tienda de Arzúa. Queríamos representar un bosque con ciervos, ardillas, árboles engalanados, en un ambiente nórdico. Necesitamos ramas, papel de
estraza, pintura blanca… y ¡manos a la obra!
La mayor parte del atrezo está hecho con palitos,
cientos de palitos que ya habíamos guardado el año pasado después de podar los
kiwis.
Para hacer el esqueleto de los ciervos, usamos palos más largos y
gruesos. Esto fue lo más difícil porque era complicado darle estabilidad.
Poco a poco fuimos rellenando el tronco. Lo mejor
eran las extrañas formas que conseguimos al pegar los trozos de ramas. Cada
ciervo era distinto, seis preciosos ciervos cada uno con su propia
personalidad. Y también los pusimos guapos: una gran lazada y sus cascabeles
¡Quedaron geniales!
También hicimos árboles partiendo de una estructura
triangular y con un entramado en red de fondo. Los fuimos cubriendo con palos
de distinto tamaño, de mayor a menor grosor, poniendo los más finos y de formas
redondeadas por encima.
El pegado con silicona era complicado, había que
poner muy poca para que al secar no se notara. Los adornos del árbol también
eran de madera y fuimos probando distintos acabados al pintarlos de blanco.
Y, ¿qué sería
de una Navidad sin regalos? Tenían que
ser primorosos, que por fuera se notara que eran regalos especiales para una
Navidad especial.
Ya teníamos todo y quisimos probar cómo quedaría. Y
quedaba muy, muy bien. Qué emoción ver que después de tanto trabajo todo
encajaba.
Y aún quedaba lo mejor: ir a colocarlo a “Lage
Confecciones” Pero eso os lo contaremos muy pronto. Saludos,
Noelia García, Fátima Cardeiro y Paula Vázquez.
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