Verdes, ocres, amarillos, rojos... ¡Toda una explosión de colores! Nos sale la vena creativa y decidimos "pintar" un corazón otoñal y hacer una pequeña corona para darle aire de triunfo a nuestro escaparate.
Sin regalos, la celebración queda pobre ¿Qué os parecen estos?:
Una cesta de esparto a rebosar de frutos otoñales es el resultado de nuestro paseo en bici bajo los nogales y los castaños. Y tantos tesoros solo se pueden guardar en un cofre hecho a medida:
Finalmente, y por si a alguien le queda duda sobre lo que celebramos, hicimos unos banderines para nuestro "outono" (¡qué bien suena en gallego esta palabra!).
Y seguimos trabajando entre escaparates de "outono". Pero eso os lo contarán otros compañeros. Un saludo,
Sole y Maialen
