Aprovechando que habíamos recogido muchas hojas de árboles, decidimos usarlas para decorar los paraguas de un nuevo escaparate.
Pegamos las hojas en los paraguas de plástico transparente: sin solaparlas y en distintas direcciones, como si el viento las hubiera removido. Después dimos una capa de barniz para protegerlas y que durase más el color.
Para completar el escaparate, colocamos calabazas y otros frutos de otoño.
Y este es el resultado:
Somos María, Néstor y David. Nos vemos en el próximo escaparate.
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